¿Vas al gimnasio y no ves los resultados? Te contamos las razones
Qué bien te sientes después de entrenar. Ese dolorcito en tus músculos trabajados y la satisfacción de cumplirte a ti misma.
Pero el tiempo pasa y tu cuerpo no refleja que entrenas casi a diario.
Pesas lo mismo, tus piernas y nalgas no son más firmes, y la pancita sigue asomándose entre los botones de la camisa.
¿Vas al gimnasio y no ves los resultados? Existen muchas razones y aquí conocerás las más comunes, además de tres nutrientes que pueden darte el empujón que te falta.
Tus entrenamientos
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Te planteas objetivos irreales
Ir al gimnasio con la meta de tener el cuerpo de Sascha Fitness o el trasero de Jennifer López es poco realista.
Es prácticamente imposible conseguir un cuerpo igual que una modelo, influencer o artista con el ejercicio, porque no tienes su genética, su sistema hormonal ni su estilo de vida.
Trázate objetivos reales y mídelos cada semana. Verás que no estás tan estancada como dices, sino que irás mejorando la versión de ti misma.
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Te excedes haciendo cardio
Los ejercicios cardiovasculares ayudan a quemar calorías, mejoran tu capacidad pulmonar y tu resistencia.
Pero si te excedes, pierdes energía y la preciada masa muscular que te hace lucir unas curvas sexis y bonitas.
La mejor estrategia es trabajar tus músculos con peso y resistencia. Porque mientras más músculos tienes un metabolismo más rápido, pierdes grasa y se te facilita tonificarte.
10 a 20 minutos de cardio después de los ejercicios de resistencia es suficiente
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No te esfuerzas lo necesario
Estás haciendo sentadillas. Cuentas, 8, 9, 10… El músculo empieza a quemar y te rindes
Para verte bella tienes que ver estrellas. Rétate en cada entrenamiento y los resultados llegarán. Incrementa la tensión, muévete más lento o carga más peso semana a semana.
No se trata de arriesgarte a una lesión o dañar la técnica por esforzarte más, pero no te rindas al primer ardor.
Tu mente será tu mejor aliada. ¿Recuerdas la frase de Rocky Balboa, “no duele”? Úsala o crea una frase para ti misma y aliéntate.
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Llevas mucho tiempo haciendo el mismo entrenamiento
Supongamos que te fascina comer pollo. Lo comes un día, una semana, varios meses, hasta que un día dices: ¡basta de pollo, estoy aburrida!
Igual sucede con tus rutinas. Hacer siempre lo mismo da pereza y podrías abandonar. Además, tus músculos se adaptarán a los mismos estímulos y no responderán como deben.
Pero tampoco te vayas al otro extremo. Si cambias de rutina tan seguido como cambias tus pantis no dominarás la técnica, la ejecución ni generarás adaptaciones o estímulos óptimos.
Una referencia es modificar tus rutinas cada 6 a 8 semanas. Pero si quieres dar justo en la diana, mejor contrata a un entrenador calificado que organice tus rutinas.
Si vas al gimnasio y no ves los resultados, quizá son las hormonas
Juventud divino tesoro, cuando tener un cuerpazo con el ejercicio era natural y fluido. Pero mientras cumples años, se te hace cuesta arriba.
Pasa que en los 20´y los 30´empiezas a perder músculos. Pero con la menopausia, la degradación muscular se acelera debido a la disminución del estrógeno.
Y cuando hay poco músculo se te complica desarrollar fuerza para progresar y el metabolismo se ralentiza, haciéndote acumular más grasa.
Pero eso no debe ser una razón para abandonar, más bien debe motivarte a seguir para ser más saludable, fuerte y lucir fabulosa a la edad que tengas.
Qué comer cuando hago ejercicios
Si después de entrenar como una campeona, te zampas una comilona para lograr piernas grandes y duras, o decides no comer carbohidratos “para adelgazar”, vas por mal camino.
Da igual si tu meta es perder grasa o aumentar músculos, debes balancear tus comidas:
- Las proteínas te sacian por horas y evitan la flacidez porque cuidan los músculos.
- Los carbohidratos te dan energía y sacian muy rápido.
- Las grasas hacen más adelgazar, y absorber vitaminas y minerales.
- Los vegetales te dan energía, dan saciedad y evitan ganar grasa.
¿Cuánto comer si estás entrenando? Según las Pautas dietéticas para estadounidenses es de 1600 a 2400 calorías por día en mujeres, dependiendo de su meta.
Pero como cada mujer es distinta y está en cierto momento hormonal, un médico o nutricionista puede crearte un plan de alimentación que se acople con tus entrenamientos.
Dormir y descansar después del ejercicio son “la única fórmula mágica”
Cuando entrenas, sometes a tu cuerpo a estrés y se rompen fibras musculares. Y al descansar es cuando se liberan las proteínas que reparan tus músculos.
En cambio, si no tomas un respiro todo el trabajo y esfuerzo será tiempo perdido.
¿Cuándo descansar?
- Entre series: los expertos dicen que la cantidad de descanso entre los entrenamientos es cuando el dolor desaparece de los músculos.
- Durante la semana: no tienes que entrenar todos los días, porque tus músculos terminarán cansados, sobrecargados y no avanzarás en tus entrenamientos.
- Durante la noche: dormir 7 u 8 horas hace que tu cuerpo se repare y promueve la hormona del crecimiento humano, que permite el desarrollo muscular. Evitarás el desequilibrio hormonal que causa hambre, antojos y grasa corporal.
Una solución nutricional para ir al gimnasio y ver resultados
Las personas comunes y corrientes, que no son atletas ni influencers, comen lo que tienen a mano. Pero, muchas veces, no consumen nutrientes específicos para mejorar el funcionamiento y recuperación del cuerpo después del ejercicio.
Por eso, en Evolution Advance Nutrition creamos el Combo Definición Total.
Tiene los tres suplementos más respaldados por médicos, endocrinólogos y entrenadores: una proteína de suero de leche optimizada, creatina y electrolitos.
Si vas al gimnasio y no ves los resultados, este trío poderoso trabaja para aumentar tu fuerza, potencia y energía, mientras tonificas tus músculos por 7 horas y recuperas los minerales que pierdes cuando sudas.
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