¿Sabías que el mal aliento, el estreñimiento y no sudar son indicativos de que tienes exceso de toxinas en el cuerpo? Si esto te suena, probablemente esta guía básica para eliminar toxinas sea para ti.
Verás, tener una dieta poco saludable, ser sedentario, acumular estrés a causa de una vida laboral ajetreada y no dormir suficiente puede causar retención de toxinas en el cuerpo. Esto significa, que tu organismo acumula sustancias que tienen efectos nocivos para la salud.
Mientras produces energía necesaria para el cuerpo, se forman en ese proceso sustancias como:
Estos se pueden absorber a través de los alimentos, el aire y el contacto físico con elementos tóxicos, como lo cuenta la licenciada en nutrición, Janet Garces (RDN, LD/N, MIEP), en el post Por qué la desintoxicación es importante para mantener la figura, mi experiencia.
Si estas sustancias no pueden eliminarse del cuerpo, aumenta el riesgo de sufrir de cáncer, enfermedades cardiovasculares, envejecimiento prematuro, diabetes y artritis. Además, puede provocar dolores de cabeza, debilidad y fatiga.
La respuesta es un gran sí. Prácticamente todos somos tóxicos y todos estamos expuestos en mayor o menor medida y, sí, los químicos se almacenan en tu cuerpo y, sí, hay un efecto sinérgico.
Además, la dosis realmente no importa, porque una cantidad baja puede ser tan dañina como una dosis alta, especialmente cuando se trata de químicos disruptores endocrinos.
Cuando tu cuerpo está contaminado con toxinas artificiales, tiende a compartimentarlas. Eventualmente, esos compartimentos corporales alcanzarán un cierto umbral de toxicidad, momento en el que tu sistema inmunológico ya no podrá controlar el crecimiento microbiano en esa área.
Estas áreas se convierten en el lugar donde los microbios están domiciliados, ya sea Bartonella, Lyme, Babesia o virus del herpes. Por esta razón, ya no se puede distinguir entre la toxicidad y la infección, porque van juntas.
Para que un programa de desintoxicación sea efectivo, se deben cumplir los siguientes principios:
También, debes mantenerte bien hidratado para eliminar las toxinas a través de la orina. Una vía de excreción que no se puede subestimar es la sudoración. Lo ideal es usar un sauna de infrarrojos.
Las toxinas pueden ser solubles en agua o en grasas. Dos de las principales toxinas solubles en agua son el conservante de vacunas timerosal (mercurio) y el herbicida glifosato. Tienden a alojarse en áreas como los riñones, los pulmones y los huesos.
Ejemplos de toxinas solubles en grasa son los derivados de benceno, insecticidas, pesticidas y herbicidas. Les gusta alojarse en el tejido graso, lo que los convierte en potentes neurotoxinas, ya que tu cerebro está compuesto principalmente de grasa.
Para eliminar las toxinas liposolubles, puedes hacer una combinación de sauna y agentes aglutinantes como chlorella, ecklonia cava (un alga marrón) y geles como sílice metilada y zeolita.
Lo ideal es tomar uno o más de estos a diario. Cuando realizas una terapia de sauna, las toxinas liberadas se unen a estos agentes, lo que permite eliminarlas de manera segura en lugar de absorberlas.
En Evolution contamos con un suplemento llamado DETOX, una fórmula 100% natural que puede ayudar a que el hígado haga su trabajo de purificación y filtrado de forma correcta.
Uno de sus componentes activos es la sal ETDA que elimina las toxinas solubles en grasa y remueve metales y minerales que terminarán siendo expulsados por la orina.
La razón por la que los niveles de toxinas aumentan durante el ayuno es porque la mayoría de las toxinas son solubles en grasa y, por lo tanto, se almacenan en grasa. Cuando estás en ayunas o en una dieta baja en calorías, principalmente quema grasa como combustible.
Cuando quemas grasa para obtener energía, liberas las toxinas liposolubles almacenadas dentro de las células grasas y toxinas solubles en agua que con suerte se excretan todos los días a través del sudor, la orina y las heces.
La lipólisis es el proceso de descomposición de la grasa almacenada, y cualquier cosa que induzca la lipólisis movilizará las toxinas liposolubles almacenadas. Cuanta más lipólisis tenga lugar, como durante el ayuno o la alimentación con restricción de tiempo (ayuno intermitente) o el ejercicio, más toxinas se movilizarán y liberarán sus tejidos.
Échale un vistazo a nuestra guía rápida para hacer el ayuno intermitente y la forma más segura y deliciosa de romperlo
Alcachofa: la sustancia llamada cidarina en la alcachofa, ayuda a que el hígado, la vesícula biliar, los riñones y los intestinos funcionen con regularidad.
Vegetales que contienen azufre: llamados vegetales cruciferos que contienen sulforafano, como las coles de Bruselas, el brócoli, la coliflor y el repollo, tienen un efecto anticancerígeno y protegen la salud de tu hígado. Apoyan la flora intestinal gracias a las fibras que contienen.
Cítricos: las frutas cítricas como la naranja, el limón, el pomelo y la mandarina juegan un papel importante en el fortalecimiento de tu sistema inmunológico con su alto contenido de vitamina C y liminoides.
Avena: la avena contiene beta glucano, una fibra soluble en agua. Además de ayudar a los intestinos y al sistema digestivo, también contiene selenio, un importante antioxidante para tu organismo.
Yogurt - kefir: los probióticos (bacterias beneficiosas) contenidos en el yogur y el kéfir te ayudan a eliminar las toxinas del organismo regulando la flora intestinal.
Piña: la enzima bromelina en la piña, que tiene un alto contenido de vitamina C y fibra, también muestra un efecto de eliminación de toxinas. Ayuda a la digestión y reduce eficazmente la inflamación y el edema.
Ajo y cebolla: la familia de las plantas allium, que incluye ajo, cebolla, puerro y chalotes, apoya tu sistema inmunológico mostrando efectos antioxidantes. Proporciona la excreción de toxinas del hígado.
Una vez que ya eres consciente del comportamiento de las toxinas en tu cuerpo, sabrás cómo puedes disminuir sus efectos negativos.
Mantener una alimentación saludable rica en frutas, verduras y legumbres, siempre será lo ideal porque contienen sustancias antioxidantes que ayudan contra los agresores externos que pueden oxidar tu cuerpo y contra los radicales libres.
También evita las grasas saturadas porque estas ralentizan mucho tu digestión y producen una gran cantidad de residuos tras el proceso digestivo.
Tómate descansos para que el estrés no afecte las funciones fisiológicas de tu cuerpo y duerme lo suficiente. No olvides que tus emociones están conectadas al 100% con el buen funcionamiento del resto de tu cuerpo. Si logras un estado de ánimo apacible, tus órganos trabajarán de manera saludable para lograr el equilibrio.
Practica un deporte o algo de ejercicio. El deporte trae beneficios de muchas cosas, y la eliminación de toxinas es uno de ellos. No solo porque provoca una reducción en los niveles de estrés oxidativo, sino que además ayuda en la expulsión de toxinas a través del sudor.
