Es una de las vitaminas más populares porque es segura, accesible y efectiva.
No solo es necesaria para el crecimiento, desarrollo y reparación de todos los tejidos del cuerpo. También está involucrada en muchas funciones que se suman a las que ya te mencionamos. Entre ellas, absorción de hierro, cicatrización de heridas y el mantenimiento de cartílagos, huesos y dientes.
Si no estás obteniendo suficiente Vitamina C podrías sentir fatiga, malestares de resfriado, depresión, dolores articulares, ojos o boca secos, y falta de energía.
Por eso, asegúrate de ingerir la cantidad necesaria a través de una dieta equilibrada. Y si eso no es posible, los complementos pueden respaldarte.