Quizá te estás preguntando ¿por qué un artículo sobre la desintoxicación del cuerpo? Bueno, la verdad sea dicha: el organismo la necesita para mantenerse saludable. ¿Quieres vivir sintiéndote bien y hasta mantener la figura y el peso a raya? Yo me hice esas mismas preguntas, tomé determinación y ¡lo hice!
Desafortunadamente lo aprendí de la manera difícil.
El lado positivo es que tuve la suerte de hacer mi investigación y aplicar nuevas herramientas para aprender lo que funcionaba y lo que NO. Y puedo compartir mi experiencia para que todos se nutran de ella.
Solo confía en mí. Si lees hasta el final, habrás aprendido muchas cosas que puedes poner en práctica de inmediato.
Muchas personas, cuentas de Instagram y sitios web hablan de "desintoxicación", pero ¿qué significa realmente desintoxicarse? Se trata de practicar un protocolo que libera a tu cuerpo de organismos dañinos que pueden provocar daños mayores.
Beneficios tiene de sobra:
Para que entiendas mejor de qué trata todo esto, te enseñaré algunos conceptos básicos.
La desintoxicación comienza en el hígado y, si bien es un proceso complicado, en esencia sucede en dos fases.
Primero, el hígado convierte las sustancias tóxicas en unas moléculas llamadas metabolitos altamente reactivas y luego las excreta. Los riñones, pulmones e intestino también juegan un papel importante en la desintoxicación.
Las toxinas pueden afectar los órganos tanto de forma aguda como acumulativa. Las más peligrosas son las persistentes de bajo grado, como los residuos que consumes regularmente en frutas y verduras cultivadas de manera convencional.
Debes estar muy pendiente porque las reacciones no son inmediatas.
Todos los días nos exponemos a un número creciente de productos químicos en nuestra alimentación, el aire que respiramos y a través de artículos que usamos a diario, incluidos cosméticos y limpiadores domésticos.
Y entre sus efectos potencialmente adversos está que pueden acumularse en nuestro sistema y obstaculizar tu pérdida de peso lo cual dificulta mantener la figura. Aunque otros factores contribuyen, los investigadores encuentran que las toxinas ambientales juegan un papel en el sobrepeso y la obesidad.
Hay variedad de dietas, regímenes y terapias, a veces llamadas “desintoxicaciones" o "limpiezas", para eliminar las toxinas del cuerpo, perder peso y promover la salud.
Son programas que pueden involucrar uno o varios procesos que incluyen:
Pero ¿qué dice la investigación sobre estas prácticas? Solo ha habido un pequeño número de estudios sobre programas de "desintoxicación" en personas.
Y si bien algunos han dado resultados positivos sobre la pérdida de peso y grasa, la resistencia a la insulina y la presión arterial, los estudios en sí son de baja calidad, debido a problemas de diseño, pocos participantes o falta de evaluación por otros expertos.
Sin embargo, se han reflejado algunos hallazgos:
Más allá de eso, no se han realizado estudios sobre los efectos a largo plazo de los programas de "desintoxicación".
La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) y la Comisión Federal de Comercio (FTC) han tomado medidas contra varias compañías que venden productos de desintoxicación o limpieza por las siguientes razones:
Algunos jugos utilizados en "desintoxicaciones" y "limpiezas" no son pasteurizados o tratados para matar bacterias dañinas y pueden causar enfermedades graves en niños, ancianos y personas con un sistema inmune débil.
También se venden bebidas elaboradas con alimentos ricos en oxalato, una sustancia natural que se encuentra en muchos vegetales como la espinaca y la remolacha. Si se beben en grandes cantidades pueden aumentar el riesgo de problemas renales.
De hecho, los procedimientos de limpieza de colon pueden tener efectos secundarios que empeoran la situación, sobre todo en personas con antecedentes de enfermedad gastrointestinal, cirugía de colon, hemorroides graves, enfermedad renal o cardíaca.
Y quienes sufren de diabetes, deben consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios importantes en sus hábitos y patrones alimenticios, entre ellos, seguir una dieta de “desintoxicación”.
Debes entender que las dietas que restringen severamente las calorías o el tipo de alimentos que consumes, generalmente no conducen a una pérdida de peso duradera ni proporcionan todos los nutrientes que necesitas.
En especial, porque algunos programas de "desintoxicación" incluyen laxantes y pueden causar diarreas tan graves que provocan deshidratación y desequilibrios electrolíticos.
Incluso, beber grandes cantidades de agua, té de hierbas y no comer ningún alimento durante días podría provocar desequilibrios peligrosos.
Normalmente vivo un estilo de vida saludable y hago mucho ejercicio, pero hubo un momento en que empecé a manifestar síntomas que me alarmaron.
Tenía niebla mental, fatiga crónica, antojos de azúcar, falta de sueño, ansiedad generalizada, depresión, dolores en las articulaciones y abdominales.
Aunque estaba exhausta no podía dormir, incluso tomando medicamentos ¡Tenía insomnio crónico!
También me empezó a faltar la respiración, lo cual era algo nuevo para mí, especialmente porque soy una ávida corredora y no podía hacerlo sin recuperar el aliento. La falta de oxígeno afectaba mi capacidad para desempeñarse normalmente.
Visité varios especialistas y ninguno tenía una respuesta. TODOS mis exámenes de laboratorio estaban perfectos. Colonoscopia, endoscopia, radiografías, ultrasonidos y resonancia magnética. Ninguno reflejó la causa raíz de mis problemas.
Hice todo lo que estaba en mi poder y seguía empeorando... ¡Me estaba volviendo loca!
Finalmente, descubrí la causa de todos mis síntomas: toxicidad por moho. Resulta que donde yo trabajaba había dos tipos de este hongo que causan efectos secundarios en personas como yo que tienen problemas inmunitarios. ¡Y yo estuve expuesta durante 3 años!
Nunca me pasó por la cabeza hasta que comencé un nuevo curso sobre medicina funcional. Ahí aprendí sobre el moho y las toxinas. Quizá estuve expuesta en mis trabajos anteriores o en mi casa, debido a la humedad en el estado de la Florida.
No perdí el tiempo. Estudié la situación durante semanas e incluso meses. Y busqué un tipo específico de especialista que pudiera ayudarme en la desintoxicación.
Cabe destacar que la mayoría de los médicos, no hablan de toxinas en general, por falta de conocimiento en la materia. Es una micro especialización que pocos estudian.
Comencé a seguir a una médica funcional llamada Jessica Peatross. Fue un regalo del cielo. Disfruté aprendiendo sobre su práctica y cómo ayuda a las personas a curarse de las toxinas ambientales como el moho.
Ella creó un protocolo increíble llamado "matar, unir y sudar". También vende sus propios suplementos. Pero lo que más me gustó es que enseña cómo hacerlo uno mismo.
Para desintoxicarte de forma adecuada, debes tener abiertas tus vías hepáticas biliares. Es la única forma en la que puedes eliminar las toxinas de tu cuerpo.
No querrás que se queden atrapadas dentro de ti ¿cierto? Así que asegúrate de:
Recuerda que el cuerpo es resistente. El tracto digestivo, el hígado, los riñones y la piel son responsables de descomponer las toxinas para su eliminación a través de la orina, las heces o el sudor. Y lo hace de forma natural.
Sin embargo, el exceso de agentes tóxicos en el medio ambiente, la comida y los altos niveles de estrés, nos obliga a utilizar complementos para apoyar la desintoxicación natural del cuerpo.
Si estuviéramos en una mejor situación, no necesitaríamos suplementos ni protocolos especiales para ayudar a los órganos a realizar sus funciones.
Pero gracias a la ciencia, sabemos que hay acciones y remedios naturales para estimular las vías hepáticas y expulsar las toxinas.
Son formas de abrir las vías del hígado y comenzar a sudar. Precisamente, las que comencé a aplicar para sanarme. Muchas las mantengo hoy en día.
Cambié mi dieta reduciendo ligeramente el azúcar refinada y alimentos procesados. Me aseguré de que en mi casa no todo fuese de plástico porque contiene toxinas como el BPA. Incluso cambié mis cremas para el cuerpo, faciales y corporales por versiones amigables con el medio ambiente.
¡Las toxinas pueden estar en cualquier parte! Hagas lo que hagas, asegúrate de cuidar lo que pones en tu cuerpo. Eso incluye los productos para la piel que es el órgano más grande y absorbe todo lo que le aplicas.
Como suplementos comencé a tomar diariamente:
También seguí viendo a mi quiropráctico para mover mi cuerpo y articulaciones. Obtuve una alineación que me ayudó con la desintoxicación.
El yoga y la acupuntura facilitaron el proceso. Y me aseguré de beber mucha agua durante el tratamiento.
Realicé el protocolo de matanza y sudor por varios meses.Tuve algunos días buenos y otros malos, pero finalmente empecé a sentirme mejor.
Este es un ejemplo de cómo fue mi vida durante 12 semanas:
Mi objetivo era sudar a diario. Los días que no me podía mover, me exponía al sol para facilitar la sudoración que requería el protocolo, junto con aglutinantes y una dieta más limpia.
También hice entrenamientos de alta intensidad durante 15-20 minutos, baños de vapor, yoga Hot Bikram y hacía Pilates en aulas con calefacción. Terminaba empapada de sudor. Fue entonces cuando noté que el protocolo estaba funcionando.
Como creo en el ensayo y error, estuve haciendo esto durante meses. Pero no seguí un protocolo específico hasta que comencé a leer libros sobre el moho y cómo desintoxicarme adecuadamente para recuperar mi vida.
Mi alimentación consistía en consumir fibra porque contribuye a reducir la inflamación crónica que se relaciona con enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.
Me aseguraba de llenar mi plato con alimentos ricos en azufre, como cebolla, ajo y vegetales crucíferos, como brócoli, col rizada, coles de Bruselas, repollo blanco y morado, y coliflor.
"Estos alimentos son ricos en antioxidantes, lo que respalda la capacidad del cuerpo para combatir las toxinas", tal como lo reveló un estudio de 2014 donde las mujeres que comieron mayor cantidad de verduras crucíferas tuvieron una inflamación sustancialmente menor que quienes comieron menos.
Lo ideal es que mantengas una dieta antiinflamatoria que incluya pescados capturados en el medio silvestre como el salmón, rico en ácidos grasos como el omega-3.
Además de vegetales crucíferos, semillas como la linaza y chía, tubérculos sin almidón como la batata y especias, incluida la cúrcuma y el perejil.
Numerosos estudios muestran que los alimentos integrales, como las verduras crucíferas, las bayas, el ajo y las especias como la cúrcuma, pueden ayudar al cuerpo a desintoxicarse a través de varias vías.
Eso, junto con proteínas y grasas de calidad, será un plan alimenticio óptimo para desintoxicarte y perder peso.
La prevención será siempre tu primera línea de ataque y defensa. Para eso, evita los limpiadores domésticos, materiales de construcción, plásticos, alimentos procesados y lugares donde permanecen las toxinas.
También te vendrá muy bien saber más del tema. Un buen lugar para comenzar es el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG), que proporciona una gran cantidad de información, incluida la identificación de toxinas en tu vida.
Además, en nuestro blog tenemos varias publicaciones con datos respaldados por la ciencia y acciones efectivas para que te desintoxiques en la práctica.
Finalmente, te confieso que recuperar mi vitalidad me dio otra razón para seguir estudiando y conseguir las credenciales del Instituto de Medicina Funcional (IFM). Así podré ayudar a miles de mujeres que están en la misma situación que yo viví y no consiguen ayuda.
Evolution Advance ha proporcionado este material para tu información. Consulta a tu médico antes de tomar cualquier decisión sobre tratamientos o atención relacionada con intoxicaciones.
