Es demasiado común. Infinidad de personas en apariencia perfectas te muestran cómo llevar una vida saludable y alcanzar la meta que sueñas, en un dos por tres.
Lo que algunos no te dicen es que no fue por arte de magia. También tuvieron que superar obstáculos que, probablemente, estás enfrentando tú.
Aquí, 8 embajadores de nuestra marca que inspiran a millones de personas, te revelan cómo fue su experiencia cuando decidieron cambiar su figura y dejar los malos hábito atrás.
Partieron de tres preguntas:
Y esto fue lo que contestaron:
1.A los 12 años de edad me diagnosticaron una desviación en la columna de 42° que alarmó a los médicos, a mi familia y a mí.
Consultamos varias opciones de tratamiento, pero ninguna era alentadora. Hasta que un especialista me indicó que si mantenía un peso liviano y desarrollaba mis músculos con ejercicios, aunque mi columna seguiría desviada podría llevar una vida más normal.
2. Al principio no me gustaba entrenar. Pasé años repitiendo mis rutinas y así le agarré el gusto a hacer ejercicios. Hice natación, funcionales, pilates y yoga. ¡Hasta en pesas y boxeo me metí! Gracias a eso la desviación de mi columna se reversó en 10°
Así, la salud y el ejercicio físico se convirtieron en mi pasión y decidí dedicarme a enseñar a otros cómo construir una vida saludable.
3. Si tuviera que empezar de nuevo crearía una metodología antes de arrancar. Me trazaría objetivos diarios que me mantengan motivada mientras alcanzo las metas a mediano y a largo plazo.
Por ejemplo, si me propusiera hacer un maratón de 42 km, me enfocaría en sumar metros en cada entrenamiento y celebraría mis logros del día. Así me mantendría motivada y llegaría a la gran meta sin darme cuenta.
También aceptaría que todo proceso lleva tiempo y hay que disfrutarlo. Que fallar está bien, siempre y cuando te vuelvas a levantar.
1.Mi motivación fue mejorar mi salud. No quería llegar a ser diabética y tenía que cambiar en ese preciso momento. Después sería demasiado tarde.
En el fondo siempre quise tener una vida saludable y sentirme bien conmigo misma, dando un extra de mí.
2. Mi principal obstáculo siempre ha sido mi mente. A veces me saboteo o soy muy autocrítica, sin evaluar todo el esfuerzo que he hecho y los cambios que he tenido.
3. Si tuviera que comenzar hoy, no satanizaría la comida y dejaría de ser tan autocrítica.
Pero, sobre todo, aprendería a relajarme. Esa pequeña acción hace que los cambios sean más fáciles y lleguen rápido. Además, ayuda a no pensar en la comida todo el día.
1.Mi motivación fue querer ayudar a las personas a verse y sentirse bien.
Por esa razón empecé por mi cuerpo. Quería demostrar en mí mismo que nada es imposible y si te lo propones, lo logras.
2. Mis obstáculos principales fueron controlar las porciones de comida y organizar las horas para comer. Pero me propuse a mejorarlo y así lo hice.
3. Si tuviera que recomenzar, lo único que haría diferente es prepararme mucho más que antes. Me encanta estudiar todo este mundo de estilos de vida saludable.
1.De pequeña acompañaba a mi mamá al gym y aunque no sabía lo que ella estaba haciendo, siempre tuve la curiosidad de saber qué tanto se podía lograr en aquel lugar. De alguna u otra forma, ella fue mi principal motivadora.
2. ¡Mi principal obstáculo eran las excusas! Pensaba que ser estudiante y tener poco tiempo me limitaba a ser constante.
Pero aprendí que no había límites para ejercitarme y si comenzaba el día muy temprano, lograba cubrir todas mis actividades. Así, comencé a ver los resultados de mi esfuerzo.
3. Si comenzará hoy, me convencería de que debo tener más paciencia y disfrutar el proceso.
Muchas veces cuando comenzamos nos dejamos llevar por la desesperación y queremos ver resultados inmediatos. Pero eso no nos permite avanzar.
1.Sin duda, mi salud fue el motivo principal para mejorar mi estilo de vida. Sufría de taquicardias, cansancio, depresión y estrés, así que era el momento de tomar decisiones y convertirme en mi prioridad.
2. Mis mayores obstáculos: la mente y la capacidad de confiar en mí.
Las inseguridades no me permitían entender que sí es posible alcanzar la meta con trabajo, dedicación y disciplina.
3. Definitivamente, de entrada buscaría apoyo en profesionales y confiaría en mis logros.
También evitaría caer en los típicos mitos, como creer que entrenar pesado te hará ver masculina, dejar de comer carbohidratos o utilizar fajas, envoplast y pastillas milagrosas para bajar de peso.
1.A los 13 años de edad, mi profesor de educación física me excluyó de un maratón delante de muchas personas. Me dijo: “tú no porque estás gordo”.
Esas palabras marcaron un antes y un después en mi carrera y formación físico-saludable. Siempre somos impulsados por momentos y/o personas que nos llevan a dar un todo por el todo.
2. En el momento que decidí cambiar mi aspecto físico, no había una cultura de gimnasio y mi padre no quería pagarme uno por mi edad. Me tocó trabajar para costearlo.
Además, en Italia la cultura de comer está muy arraigada. Eso me hizo todo más difícil.
3. De empezar hoy, combinaría las diferentes técnicas de entrenamiento. Actualmente, es más amigable y divertido hacer ejercicios. Se alternan actividades al aire libre, varios tipos de entrenamientos en bicicletas y lo convencional del gimnasio con máquinas.
Existe una tendencia en el fitness y la vida saludable que ofrece diversidad de opciones. Yo las aprovecharía.
1. Desde muy pequeña en mi hogar tratábamos de comer sano. También comencé a hacer deportes a partir de los 4 años.
Una vez me retiré del ejercicio y opté por otro estilo de vida, pero por mi nueva forma de alimentarme mi tiroide dejó de funcionar (tengo hipotiroidismos/ Síndrome de Hashimoto). Si quería mejorar, debía hacer algo.
En ese tiempo, mi tía salió positivo de cáncer. Ambas situaciones me motivaron a cambiar y convertirme en Holistic Health Coach de IIN.
2. Los cambios siempre son difíciles y los hábitos saludables requieren disciplina. Yo tenía 2 motivaciones fuerte para hacerlo, pero soy humana y también fallé.
Algunos de mis obstáculos eran la vagancia, enfocarme en que estaba cansada y compartir con amistades que no tenían el mismo enfoque que yo.
Algo positivo fue que, al estar en deportes desde muy pequeña, tuve una base sólida de disciplina. Sabía que si me proponía algo lo podía hacer. Era cuestión de creerlo y trabajar para hacerlo realidad.
3. Creo que no haría nada diferente. Actualmente me siento muy feliz con las cosas que he logrado y las que tengo.
La persona que soy también es gracias a experiencias malas o tristes que me hicieron ser mejor persona. Y por todo lo bueno, ya que me motivó a seguir creciendo como ser humano.
1.Yo solo empecé a ir al gym porque quería verme bien y descubrí que detrás de todo había mucho más que solo eso.
2. Creo que jamás he tenido obstáculos, solo altas y bajas. Cosas de la vida que tal vez me desmotivaron.
Pero siempre descubro que estoy haciendo lo que me gusta y me llena.
3. Ufff ya he empezado mil veces. Pero a pesar de que trato de hacer algo diferente para variar, el camino siempre me lleva a lo mismo. Y así, continúo obteniendo resultados.
Si algo podemos concluir con las experiencias de nuestros embajadores, es que si se quiere se puede.
No importa en qué punto de tu vida estés. AHORA es el mejor momento de empezar a construir una vida saludable que te ayude a verte y sentirte genial.
Cuando pasen los años y sigas teniendo una condición física óptima, estés full de energía y con salud, sabrás que valió el esfuerzo.
Durante el proceso quizá te sientas en una montaña rusa de emociones, que sube y baja a toda velocidad. Pero ¿acaso la vida no es más divertida así?
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