No dormir hace engordar: conoce a las responsables
No existe dieta o ejercicio que valga para eliminar la grasa corporal, si no tienes un sueño reparador. Y es que está suficientemente demostrado que no dormir hace engordar.
La razón es que en tu cuerpo hay cuatro hormonas que pueden ayudarte a perder grasa o hacértelo más difícil, dependiendo de tus patrones de sueño.
En este post vamos a presentarte, en palabras sencillas, por qué estas hormonas pueden ser la piedra de tranca de cualquier plan para bajar de peso.
Y por qué dormir de 7 a 8 horas es el hábito que JAMÁS debe faltarte para dejar de acumular grasa corporal y mantener tu figura.
¿Por qué no dormir hace engordar? Métele la lupa a estas hormonas
- Grelina: la hormona del hambre
El hambre es la señal que le avisa a tu cuerpo que necesitas comer para obtener energía. Y la designada para recordártelo hasta que quedes saciado es la hormona grelina.
Si mantienes un estilo de vida saludable la grelina funcionará de maravillas.
Pero existen varias razones para que se salga de control. Y una de las principales es dormir menos de 7 horas por noche o hacerlo interrumpido.
Pues dormir poco hace engordar, ya que se disparan los niveles de grelina, causándote unas ganas locas de devorar alimentos procesados, azúcar y frituras al día siguiente.
También puede ser la responsable de los atracones nocturnos.
- Leptina: la hormona de la saciedad
Es una chica buena que te dice cuándo dejar de comer, porque le avisa a tu cerebro que ya obtuviste suficiente energía de tus alimentos, haciéndote sentir saciado.
Resulta que el sueño es uno de los reguladores de la leptina y sus niveles se salen de control cuando no duermes suficiente.
De ese modo, podrías comer y comer como si no hubiera mañana y aumentar varias libras, sin que te des cuenta. Y no estarías consciente de cuándo llegó el momento de pararte de la mesa, lo cual te hará más fácil engordar.
- Cortisol: la hormona del estrés
El cortisol es la hormona que detona el estrés cuando corres peligro, le exiges demasiado a tu cuerpo o en situaciones angustiantes.
Y provoca que muchos se refugien en la comida para calmar su caos interno.
La matemática es simple: más comida es igual a más grasa. Sobre todo la que se acumula al rededor de la cintura, especialmente en el vientre bajo.
¿Adivinas? El insomnio también puede liberar más cortisol de lo que es sano.
- Insulina: la hormona de los antojos
¿Has escuchado hablar de los “picos de azúcar en sangre”? Ellos causan esas ganas de comer pasteles, churros y chocolates entre comidas.
Detrás de esos picos se esconde la insulina, una hormona esencial para mantener el peso a raya.
Ella permite que almacenes la energía que obtienes de la comida en el hígado, los músculos o como grasa corporal.
Hay que tener cuidado de volverse resistente a la insulina, porque se crea un círculo vicioso que nos hace caer, una y otra vez, en la trampa del hambre y los antojos. Hasta puede causar diabetes y otras enfermedades.
¿Adivinas? Se ha demostrado que mientras menos duermes, se producen más problemas metabólicos como la resistencia a la insulina.
Si quieres perder peso y medidas, mejora tus hábitos de sueño
Como habrás notado, dormir profundo es vital para perder peso y grasa.
Por eso, si quieres que tus intentos por bajar varias tallas de pantalón o que la ropa ajustada te luzca como quieres, comienza por aplicar estos hábitos:
- Acuéstate siempre a la misma hora para equilibrar tus ciclos de sueño
- Procúrate el mayor silencio posible.
- 2 horas antes de acostarte, aléjate de la televisión, computadora y celular
- Procura apartar de tu mente las preocupaciones, con un buen libro o música suave.
- Mantén una temperatura fresca en tu habitación.
- Cena ligero de 2 a 3 horas antes de dormir.
- Toma un baño caliente y ponte ropa cómoda.
Y si quieres un impulso adicional, puedes aprovechar una mezcla de ingredientes saludables, efectivos y naturales que ayudan a dormir bien, mejoran la tolerancia al estrés diario, aportan energía natural y mejoran el ánimo.
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